miércoles, 12 de enero de 2011

Un tópico en el banco


Necesitaba dinero para hacer unas compras, así que comencé la búsqueda de algún cajero automático que pudiese entregarme un puñado de billetes sin rechistar. No tardé mucho tiempo en encontrar un banco con un par de ellos dentro del habitáculo vigilado por las cámaras incansables, me introduje en su interior desenfundando la tarjeta, dispuesto a amenazar al cajero si hacía falta para que vomitase lo que le exigiese. En mitad de la transacción, escuché una voz que provenía de detrás: "¡Manos arriba, esto es un atraco!". La primera imagen que se formó en mi imaginación, fue la del clásico atracador con la testa cubierta por un pasamontañas, mirada inquietante y actitud hostil. El tipo siguió mascullando palabras que no escuché, perdido en mis propios pensamientos. Opté por probar suerte y girar la cabeza para ver al que supuestamente me iba a dejar sin blanca; sorpresa superlativa, porque no era lo que esperaba. Gorra sucia de lana para el frío, rostro enrojecido por el alcohol, y cuerpo enjuto envuelto en un forro polar arrugado. El borracho del barrio.

Por supuesto, no empuñaba ningún arma salvo un mechero que no funcionaba, pues apoyado en una esquina, tras varios intentos infructuosos de prender un cigarrillo, cambió sus intereses por completo, y me pidió fuego. Ya en ese instante se me había quitado un peso de encima, porque evidentemente lo del atraco era una chanza un tanto desafortunada. Como no fumo, ayudarle en eso era imposible a menos que buscase un par de palos de madera seca, así que para librarme de él, le di un par de euros que se gastaría en el bar más cercano. Me quedé observando su pausado caminar a través del cristal hasta que se perdió de vista, entonces al girarme de nuevo hacia el cajero comprobé que me distraje demasiado tiempo. Se tragó la tarjeta. Justo en ese momento -¿casualidad?- salieron los del banco, que a pesar de tener las luces apagadas se hallaban dentro haciendo vete a saber qué. Yo les comenté lo sucedido, todos nos reímos; pero no me entregarían la tarjeta hasta el día siguiente. ¿Cómo hubiesen reaccionado ustedes ante el "atraco"?

5 comentarios:

  1. Anda que vaya movida !!!.
    Yo seguramente que me habría vuelto a mirar y si es un delincuente de verdad le hubiera dado el dinero.
    Pero si veo que es el mangante que comentas le hubiera dado de hostias, eso sí luego a pagarle por nuevo y encima a reclamar la tarjeta de crédito.

    Saludos.

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  2. Hola Randall, ¿por qué le pegarías? ¿No te daría pena? xD.
    Además te grabarían las cámaras.

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  3. Por eso dije que luego lo tendría que pagar por nuevo. xDDDD
    No, no le pegaría pero... manda güebos que personajes urbanos nos topamos cada día.

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  4. A mí me parece entrañable... aunque el primer susto sería considerable. Podrías haber pedido a los del banco el típico mechero de publicidad, para dárselo la próxima vez que le veas, una vez se quedase sin gas. Seguro que lo captaba. xD

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  5. Hola Lobo, el primer susto sí fue considerable. Yo al menos no esperaba que alguien entrase en el banco y gritase "Manos arriba". xD
    Como broma no fue muy buena que digamos...

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