viernes, 14 de octubre de 2011

Ciclo de aventuras oníricas de Randolph Carter

En esta edición se le ha dado a la
llave un baño en oro. Queda mucho
 mejor así, dónde va a parar
Lovecraft no acostumbraba a utilizar los mismos personajes en diferentes historias, pero con Carter hizo una excepción, porque le dedicó varias: La declaración de Randolph Carter, La llave de plata, A través de las puertas de la llave de plata y En busca de la ciudad del sol naciente. Tres relatos y una novela corta que están bajo la influencia de Dunsany, un tipo que escribía, entre otras cosas, sobre una elfa que renuncia a su inmortalidad por el amor de un hombre en La hija del rey del país de los elfos (1924). Lovecraft crea una especie de mundo fantástico emplazado en un plano onírico, al cual se ha de llegar por medio de una extraña llave de plata marcada con arabescos aparentemente indescifrables. Ésta es encontrada por Carter, un hombre que considera banal a su sociedad y añora la belleza de los casi olvidados sueños de su infancia. ¿Qué es la realidad comparada con el esplendor de los maravillosos lugares que visitó antaño mientras dormía? Durante un tiempo, Carter intentará buscar sucedáneos que le aparten del tormento que le hace languidecer; pero los dejará a un lado, porque usará la llave de plata para ir a otras dimensiones.

Carter contemplando el descenso de
Warren a las tinieblas
Al principio, en La declaración de Randolph Carter,  Lovecraft narra cómo Carter se ve envuelto en la desaparición de Harley Warren, cuando éste se interna en las profundidades de una cripta que se halla en un cementerio añoso. Debido, tal vez, a que el autor era solitario, muchos de los diálogos que escribió están faltos de naturalidad; de qué pie cojea Lovecraft no es un secreto; es trabajo del lector pasar por alto ese detalle para poder deleitarse con sus obras. Sin embargo, en La declaración los diálogos cumplen bien su cometido a pesar de lo dicho. No en vano las últimas palabras del relato son una frase muy conocida dicha por un ente sobrenatural. Las descripciones, por otro lado, son su punto fuerte siempre y cuando los adjetivos poco comunes no sean una molestia; es decir, depende del lector. Además su número es elevado: «Vagamente, puedo decir que su voz era profunda, hueca, gelatinosa, lejana, ultraterrena, inhumana, espectral».  

Esta llave sí que parece salida de un relato
lovecraftiano. Mucho mejor que la anterior
El estilo es atávico, pero es parte del encanto de Lovecraft, si no hubiese adverbios terminados en mente por doquier..., no sería él. Es común que uno de los motivos de crítica más usuales que se hace a los escritores, sea cuando no son capaces de describir algo; pero cuando se trata de Lovecraft, un ser inefable..., es realmente un ser inefable debido a su amorfidad, y describir ciertas cosas podría romper la magia del miedo a lo desconocido. En La llave de plata comienza la parte más cautivadora, que llegará a su cénit en A través de las puertas. De la desaparición misteriosa de Carter, a su entrada apoteósica en los límites de la realidad. Donde atravesará las puertas necesarias para obtener conocimientos que muy pocos humanos han logrado conseguir. El tiempo y el espacio dejarán de ser enigmas más allá de su razón, y podrá viajar a través de ellos, explorando así la belleza de los lugares que había vislumbrado en su niñez. Los tres relatos atemporales que preceden a la novela tienen por sí solos una fuerza capaz de explicar por qué Lovecraft es recordado aún hoy; mas falta la parte larga de estas aventuras.

Portada foránea con el título
original
En busca de la ciudad del sol naciente es una combinación de terror lovecraftiano y la fantasía dunsaniana que ya se podía entrever en La llave de plata. Narra la búsqueda que emprende Carter para encontrar la ciudad perdida de sus sueños. El derroche de imaginación es impresionante, mientras que el ritmo es rápido, porque el protagonista cambia de escenario cada pocas páginas: bosques encantados, palacios, barcos, montañas... todo está muy bien descrito, con sus atmósferas y criaturas endémicas. Queda patente la afición que Lovecraft tenía por los gatos, ya que juegan un papel determinante en la historia; la cual es difícil de resumir debido a la inmensa cantidad de detalles que posee. A pesar de que el Carter de esta novela es un viajero experimentado del mundo onírico, se las tendrá que ver con varios peligros de los que escapará por los pelos, porque lo que quiere no es del agrado de los dioses. Es posible conseguir el libro suelto, pero es aconsejable leer antes los tres relatos anteriores. Aunque quizá no sea lo mejor que Lovecraft escribió, En busca de la ciudad del sol naciente es lo que más me ha gustado de él.

Un titánico gugo enfrentándose a los
lívidos; dos enemigos guerreando entre sí
para regocijo del protagonista
La variedad de situaciones es tal, que puede abrumar al lector poco habituado a este tipo de historias; pero el camino que se recorre junto a Carter es memorable, porque logra compendiar la esencia del género fantástico, al tiempo que lo adereza con pinceladas de su propia mitología. Carter es un héroe que no cuenta con espadas y armaduras que le permitan salir airoso de los combates, a cambio usa su intelecto, relacionándose así con aquellos que puedan serle útiles; pues conoce las distintas lenguas de esas razas. Eso le da cierta originalidad análoga a El nombre del viento, título que si bien no ofrece muchas novedades al género, sí que lo evoluciona hasta cierto punto, acercándolo a más edades. En busca de la ciudad del sol naciente está narrado en tercera persona, los pocos diálogos están descritos, es decir, integrados en el texto sin usar guiones —mejor—, y la prosa es la característica del autor, aunque como ya mencioné, la trama se desarrolla rápidamente. Aun junto a los relatos el número de páginas no es grande, por lo tanto, una edición de bolsillo que recopile todo sería perfecto.

El estudio de Warren

10 comentarios:

  1. "pero cuando se trata de lovecraft, un ser inefable..., es realmente un ser inefable debido a su amorfidad"

    Desde luego, Watson, cuando te pones tienes unas frases que no veas jeje.

    Buena entrada. No he podido dejar de pensar... ¿Será después de todo Lovecraft un precedente de Lynne Reid Banks, autor de The indian in the Cupboard (La llave mágica)?

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  2. Es que algunos «bichos» de Lovecraft son... inefables xD. Sobre todo si cambian de forma constantemente... De todas maneras describe la mayor parte, y muy bien; aunque algunos son tan extraños que te hacen preguntarte qué debía fumar Lovecraft mientras escribía.

    Pues sí, puede ser que Lynne se inspirase en estos libros.

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  3. ¿No será complicado encontrar los relatos? ¿O están en alguna recopilación?

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  4. Circula por ahí una edición de bolsillo bastante barata que los recopila, es de "Alianza Editorial". Si buscas en la página de "casa del libro" escribiendo Lovecrat, sale, (o al menos a mí me salió en la página cuatro), y aún no está descatalogado.

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  5. Nu los he leído. Y ahora me quedo con las ganas de saber mas, y por lo tanto ir a la biblioteca a buscarlos y leerlos. xDDDD

    Saludos.

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  6. No creo que lo tengan, a lo mejor recurren al préstamo interbibliotecario xD. Pero bueno, nunca se sabe. Si os gusta mucho el autor hay dos tomos gruesos que recopilan su obra: «narrativa completa 1 y 2», lo malo es que son caros.

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  7. Buena reseña Watson, no tenía ninguna referencia y me ha gustado mucho tu descripción.
    Un saludo.

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  8. Gracias Antonio. Son buenos relatos, si alguna vez los lees seguro que te gustan. Es una lástima que de los tres grandes apellidos del terror —Poe, Lovecraft y King—, el de Lovecraft sea el menos conocido; aunque cada vez más gente lo lee.

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  9. He leido casi todos los cuentos y relatos de Lovecraft, si no es que todos, y me ha gustado a tal grado que se ha convertido en mi escritor favorito, pero es este libro "Viajes al otro mundo, ciclo de aventuras oniricas de Randolph Carter", el que mas me ha fascinado de este autor, lo recomiendo ampliamente. Saludos.

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  10. Hace unos diez años, por una recomendación expresa, terminé en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires (donde se dice que hay una edición del Necronomicon) y busqué al azar lo que me llamara más la atención para entrarle a Philipito. Fue "Viajes al Otro Mundo" la versión de Alianza, la que terminó en estas manos que suscriben. Ya el prólogo de Rafael LLopis, anuncia la similitud de la lectura con los efectos psichedelics del LSD-25. En esos tiempos buscaba viajar barato y puro, así que no pudo ser mejor encontrar a HPL, y sumergirme en una historia fabulosa, la de Randolfito. Amo los Gatos y los mundos ultraterrenos y celestiales, así que mejor menjunje no pude encontrar... la cosa es que pasé la tarde leyendo hasta que cerró la biblio, y llegué a la mitad nomás, y como no podía con las ganas, fui al otro día a devorar lo que quedaba. Salí meditando en lo similar que es la vida de viajeros oníricos, y como se puede trascender a veces esta realidad por momentos burda o mundana. Saber que la llave de plata, puede ser un ácido, o mismo nuestro glándula pineal, en fin las herramientas son súrtidas

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